sábado, 3 de octubre de 2009

La ilustración o el reinvento del mito, 2ª parte

Muerte y reinvención del mito

A partir de la poética de Aristóteles al mito se le empieza a entender como relato. Pero el mito es algo más, también es una forma autónoma de pensamiento y vida, que responde a la necesidad del ser humano de entender lo desconocido, así como a la necesidad de transmitir el conocimiento y las tradiciones. Al mito se le ha considerado como una verdad imperfecta o disminuida, a la cual se le atribuye una validez moral o religiosa. El mito no sólo ha sido y es el medio por el que nos explicamos nuestros orígenes, también ha sido y es un instrumento de control social. Es en este sentido que Nicola Abbagnano (2000), nos explica: ...la consolidación de la tradición o la rápida formación de una tradición capaz de controlar la conducta de los individuos, parece ser la función dominante del mito (p. 810).

Evocando un segmento de la conferencia El encuentro del mito y la ciencia, de Claude Lévi-Strauss, él mantiene que la separación de lo científico con lo mitológico sucede durante los siglos XVII y XVIII. Hasta esa época, el pensamiento místico y el mítico sostenían que el mundo sensorial era aparente y que el mundo real —el matemático—, no necesitaba de los sentidos. Fue por medio de Bacon, Descartes, Newton y otros, que la ciencia impuso una nueva posición y se consolidó frente a las mencionadas corrientes de pensamientos. De acuerdo a Lévi-Strauss (1999), la ciencia contemporánea supera una etapa y la explicación científica se consolida pues posee una verdad que puede ser explicada mediante los datos de los sentidos p. 24). Es decir, el movimiento de ideas científicas —la ilustración—, libera al hombre del mito.

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